Y llovió de pena |
Se hizo de noche en su interior y se heló su corazón o lo que quedaba de él.
Y perdió la sonrisa, la luz de su mirada, el amor de sus caricias y las ganas de todo, incluso de vivir.
Y
se sintió oxidado, gastado, obsoleto, encadenado a su pasado, hundido
en una espiral de desconcierto, en un laberinto del que no sabía salir.
Miró por la ventana y llovió de pena